Las ciudades de Aranjuez y Cuenca, separadas por tan sólo 80 minutos, se unen en la organización del XLV Raphel del Tajo y del IV Descenso del Júcar en un mismo fin de semana, dos competiciones al más puro estilo de ríos: porteos, sequeras, chorreras, etc.

La organización se quiere volcar con los auténticos protagonistas, los deportistas, ofreciendo todo tipo de facilidades: premios en metálico a los ganadores absolutos, bolsa de avituallamiento, comida y alojamiento gratuito. 

Además los resultados se obtendrán mediante chip para garantizar los resultados de una manera instantánea.

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